La primera capilla construida bajo la advocación a Santa Lucía, es anterior al terremoto de 1894, y fue destruida por este sin quedar documentación de la misma. Posteriormente se planteó la construcción de un edificio más grande. La inauguración del antiguo templo santaluceño se realizó el 2 de febrero de 1900, por el nuevo Obispo de San Juan de Cuyo, Monseñor Marcolino del Carmelo Benavente. Su fachada principal miraba al sur. La iglesia estaba sobre elevada en un podio de cuatro escalones de altura, poseía una torre campanario y su estilo general, respondía a principios italianizantes, con detalles manieristas y barrocos, lo que le confería en definitiva un carácter ecléctico.

El pórtico de entrada, antecedido por un atrio de generosas proporciones, estaba jerarquizado por dos pares de pilastras que flanqueaban en ambos lados la puerta de madera. En enero de 1944 el hermoso templo colonial fue destruido por el terremoto. Inmediatamente el padre Ballester realizó las gestiones para instalar una capilla provisoria. Ésta fue consagrada el 6 de agosto de 1944. La inauguración del nuevo templo se realizó el 6 de diciembre de 1964 durante las fiestas patronales.

La iglesia tenía una sola nave que media cuarenta metros de largo por nueve de ancho El espacio interior, estaba iluminado por ventanas semicirculares en el clerestorio con vidrios de colores. El presbiterio estaba cerrado con una verja de hierro El bautisterio a la entrada de la Iglesia también estaba cerrado con verja de hierro y tenía una pila bautismal de piedra. El altar mayor estaba fijo y era de madera, con Sagrario, cuatro gradas sobre la mesa, Templete y tres imágenes. El Sagrario era de madera y estaba coronado por una pequeña cúpula. El retablo con un cortinado de fondo tenía a la Santa en el punto central, protegida por un toldo y escoltada por dos ángeles.